Alejandro Ponsà: "Me gusta crear nuevos ingredientes para personalizar mis perfumes"
De coleccionar perfumes a crearlos hay todo un recorrido. Alejandro Ponsà lo sabe bien, porque él mismo protagonizó esa andadura. Una verdadera reinvención que le llevó a dejar atrás el oficio de la destilación de licores de su abuelo y encarar otro que se le antojaba más apasionante: el de inventor de fragancias. Hemos hablado con él de su marca -Ponsà Barcelona-, de sus inicios, de sus perfumes, de su pasión por el mundo nicho y de muchas cosas más. Te lo presentamos en primicia.
¿Cómo nace Ponsà Barcelona?
Las raíces de la marca están en los años 60 del siglo pasado, cuando mi abuelo quiso fundar una destilería de licores gracias a su experiencia como trabajador de una conocida marca de ginebra. Pero eran tiempos difíciles y no pudo llevarlo a cabo. Ahora yo continúo ese camino como emprendedor, aunque en un sector diferente. Se trata de un proyecto personal que empezó siendo una afición -ya que de niño me gustaba coleccionar perfumes-, y más tarde se transformó en querer aprender a crear perfumes nicho. Oficialmente la idea de la marca nació en 2012 y el primer lanzamiento al público se ha producido este año.

¿Te llegaste a formar como perfumista?
Mi formación en perfumería es autodidacta, y viene de la curiosidad y las ganas de aprender algo que realmente me apasiona. Pero también he tenido el honor de aprender de profesionales en este arte en Barcelona, donde he conocido un gran abanico de materias primas e ingredientes traídos de todas las partes del mundo. Soy un apasionado de la naturaleza y lo que de ella se puede aprender, y he realizado mucho trabajo de campo en recolección, destilación y obtención de aceites esenciales, algo que un perfumista siempre ha de tener muy presente.
¿Cuál es la seña de identidad de tus fragancias?

Hoy en día la perfumería es un sector muy competitivo, que está en constante evolución y que se sirve de productos de muy buena calidad. En este sentido, los perfumes Ponsà Barcelona también priorizan la calidad y duración a través de aromas innovadores, diferentes, y en los que se cuida mucho su elaboración artesana. También es distintivo el descubrimiento y la introducción de nuevos ingredientes, así como intentar potenciar aquellos menos usados. ¡Son muy interesantes! Algunos me gusta crearlos yo mismo, dando así un sello más personal.
De tu porfolio de fragancias, ¿tienes alguna favorita?
Actualmente cuento con 15 referencias para clientes específicos. Cedar Forest ha sido la primera que he lanzado este año al publico en general, y próximamente se le unirá el resto. Éste es un perfume muy especial para mí, porque es como un viaje a recuerdos de mi infancia, presentes en la fragancia. Tal como se lee en el packaging: “Cedar Forest pretende trasladar con su fina fragancia a un sinfín de sentidos y los recuerdos más tiernos y agradables, según define su creador Alejandro Ponsà, que en su infancia siempre ha crecido rodeado de naturaleza”.
¿Cuál es el perfil, si es que lo hay, del usuario de este perfume o de los que están por venir?
Me gustaría dirigirme a todo el público en general, y en especial a los que buscan en un perfume un sello personal con el que poder diferenciarse y que refleje su personalidad.
¿En qué te inspiras a la hora de crear?
La inspiración nace de muchas maneras, en recuerdos, situaciones, lugares... Lo bonito es poder compartir esa inspiración en la materialización de una fragancia, y despertar los sentidos con ella.
¿Qué valor le das a los ingredientes y dónde los buscas?
Mi mayor prioridad son los ingredientes. Tengo el placer de contar con un proveedor nacional ubicado en Barcelona que es Maese Pau, con una gran profesionalidad, y que me proporciona una amplísima carta de materias que puedo tocar, oler y hasta sentir. Aparte, como dije antes, también me gusta crear ingredientes propios, y contar con el material necesario para obtener ingredientes, o buscarlos en la naturaleza, sin duda el mayor proveedor de cosas maravillosas.

¿Y el frasco, cómo lo estimas?
El frasco es importante, pero no una gran prioridad. En mi caso, elegir un tapón de madera y un frasco clásico marcan el carácter natural y artesanal de la fragancia. Pero ésta es la que mayor valor quiero destacar.
¿Dónde se pueden encontrar tus perfumes?
Están en The Perfumery Barcelona. Es una tienda cálida y acogedora, donde es fácil disfrutar de la perfumería de autor y de las experiecias sensoriales que ofrecen los perfumes. Los propietarios, Thomas y Raúl, cuentan con una gran experiencia en la búsqueda de nuevos autores, y ofrecen cursos y talleres de perfumería, un concepto realmente interesante. En un futuro próximo mis perfumes estarán asimismo en Meug Santxotena, en Durango (Bilbao), que es también un proyecto muy atractivo. Maria Eugenia, su fundadora, tiene una larga trayectoria en el sector.
¿Cómo imaginas la situación de tus perfumes de aquí a unos años?
Creciendo poco a poco mi catálogo de referencias. Sin ninguna prisa, pero desde la ambición de hacer siempre un buen trabajo. Teniendo muy en cuenta la humildad presente en mi filosofía de trabajar. Y que el usuario de mis perfumes disfrute de lo que para mí es el arte de la perfumería.

¿En qué situación consideras que se encuentra la perfumería nicho actualmente?
Creo que hay una perfumería nicho más comercial y otra más de autor. Soy partidario de apostar por la pequeña y mediana marca de autor, que se centre en ofrecer un producto realmente revolucionario y exquisito. La tendencia, por mi experiencia y por opiniones recibidas, es recuperar una perfumería tradicional, natural y sostenible. Lo que está claro es que España cuenta con muchos grandes perfumistas de fama internacional que nos colocan como un potente referente del mundo del perfume. Y en este sentido, es un honor para mí poder aportar un grano más de arena, y que este potencial siga creciendo.